Relojes de pulsera
El reloj de pulsera es un aparato muy necesario y utilizado por todos y en todo momento, mantenerlos en buenas condiciones es indispensable para que siga cumpliendo con su objetivo (darnos la hora), de manera eficaz.
El uso que le damos al reloj es diario y lo llevamos a todos lados, por lo que sufre la inclemencia de todo tipo de factores, frío, calor, lluvia, golpes, polvo, etc.
Todo esto nos lleva a la tarea de llevar a cabo un sencillo mantenimiento de los mismos, para que luzcan brillantes y como nuevos, además de asegurarnos su correcto funcionamiento.
Cuidado y limpieza del reloj de pulsera
Con estos sencillos consejos lograrás lucir en tu muñeca un reloj con todas sus propiedades estéticas.
Húmedo: Si por alguna razón el reloj se nos ha humedecido, ya se por efecto de la lluvia, o al lavarnos las manos u otra situación similar, lo mejor para cuidar el reloj y evitar que su mecanismo se dañe (si es que no estamos cerca de un relojero), es colocarlo dentro del frasco del arroz y dejarlo unas 8 a 10 horas. El arroz absorberá la humedad que ha ingresado al reloj.
Malla que mancha: Si la malla de nuestro reloj nuevo nos deja marcas desagradables en la muñeca, lo ideal para evitar este problema es pasarle por el lado interno de la malla esmalte para uñas incoloro.
Temperatura: Si esta dentro de nuestras posibilidades, no exponerlo a temperaturas extremas de frío o calor.
Imanes: Los imanes alteran el funcionamiento de la maquinaria interna de los relojes, por lo que se recomienda mantenerlo alejarlos de los mismos. Si en nuestro trabajo nos encontramos en contacto o cerca de imanes, será mejor no utilizar el reloj mientras nos encontremos en horario laboral.
Malla metálica: Estos relojes acumulan gran cantidad de polvo y residuos, proveniente del medio ambiente y del mismo contacto con la piel, por la que necesitan periódicamente una limpieza, tanto de la malla como de la máquina. Para ello, solo debes embeber un paño limpio y fino con alcohol, y frotar la malla y parte externa de la máquina. Si es necesario, repetir el proceso hasta devolverle el brillo natural.
Malla de cuero: La transpiración de la piel y otros factores, pueden provocar el desteñimiento y resecamiento de este tipo de correas. Se pueden limpiar con un paño limpio embebido en agua, alcohol o algún líquido para cuero.
Se recomienda utilizar esta correa no demasiado ajustada, debe haber un dedo de espacio entre la piel y la correa, para permitir la libre circulación del aire
Mallas de cauchos: Estas correas deben limpiarse con cierta frecuencia con un cepillo suave, agua y jabón neutro, cuidando de no mojar la carcaza del reloj o podría entrar agua al mecanismo del mismo.
Mecanismo: Cuando notes que el reloj comienza a fallar en su parte mecánica, será necesario llevarlo a un profesional. Igualmente, es recomendable hacer un mantenimiento cada dos o tres años (aunque el reloj no presente fallas), para realizarle una limpieza a sus engranajes internos.
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